RABIETAS: 8 TIPS PARA AYUDARLES A SUPERARLAS


Inauguramos nueva sección de orientaciones para educar desde el respeto con un tema que a la mayoría de padres nos preocupa: LAS RABIETAS.
¿Qué podemos hacer cuando entran en ese bucle (llanto, gritos, pataletas,…) que sólo dura unos minutos pero a nosotros se nos hace eterno?
Como padres y educadores, nosotros también hemos pasado por ellas y al final hemos descubierto que el famoso «déjales llorar» no sirve de nada. Lo único que conseguimos así es que alcancen unos niveles de cortisol (la hormona del estrés) de los que les resultará más difícil bajar.
Ante nuestra preocupación hicimos lo mejor que podemos hacer: Leer. El conocimiento nos empodera como padres. En nuestras manos cayó un libro, que os recomendamos leer, de la psicóloga Rosa Jové: «La crianza feliz: Como cuidar y entender a tu hijo de 0 a 6 años».
De este libro, os hemos extraído 8 tips para ayudarles a superar las dichosas rabietas y que os resumimos brevemente:

1. Comprensión. Entender que la rabieta es un proceso natural de su desarrollo y que nuestro hijo no pretende tomarnos el pelo.


2. Dejarles actuar. Siempre que no sea algo que les ponga en peligro, si les dejamos tomar sus propias decisiones (elegir su ropa, a que jugar,…) evitaremos así muchos conflictos y les ayudaremos a que adquieran más seguridad en si mismos.


3. Evitar tentaciones. Si dejamos fuera de su alcance o su vista objetos que no deben utilizar o comidas que no queremos que tomen, probablemente nos ahorraremos otras cuantas rabietas.


4. Hablar empatizando. Uno de los aspectos más importantes para educar es hablar, comunicarnos con nuestro hij@. Pero para ello primero tenemos que escucharles poniéndonos en su lugar. Que ellos se den cuenta de que intentamos entenderles. A nosotros nos ayuda mucho para ello ponernos a su altura y mirarles a la cara o a los ojos cuando están hablando.

5. Hablar educando. Ahora nos toca a nosotros explicarles porqué no pueden hacer aquello que desean (cortar con un cuchillo, saltar en el sofá,…). La mejor manera de que nos entiendan es utilizar un lenguaje adecuado a su edad (frases cortas y sencillas) y con ejemplos.



6. Hablar dándoles alternativas. En el último lugar, podemos ofrecerles alternativas o incluso buscarlas juntos. Por ejemplo si quieren cortar con el cuchillo les podemos ofrecer otra tarea de cocina que no resulte peligrosa.


7. Permanecer a su lado. Durante la rabieta es importante que permanezcamos a su lado. Si nos alejamos de él y lo dejamos sólo cuando está sufriendo, sentirá que lo hemos abandonado. Si le damos un abrazo a cualquier persona de nuestra familia cuando sufre, ¿por qué a nuestro hijo no?


8. Tener paciencia. Se que es difícil. Llegará el día en el que desaparezcan porque mejoran su nivel de expresión y comprensión, entienden los peligros y saben explicarnos y justificarnos sus actuaciones. Mientras tanto necesitamos paciencia.



Una frase que debemos repetir como un mantra para guardar en nuestra memoria: «Quiéreme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite».

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