AMBIENTE ORGANIZADO

La organización es fundamental en nuestro día a día. Organizar nuestro espacio nos ayuda a tener nuestra mente organizada y, en consecuencia, nuestras ideas más claras. Y algo que es tan necesario en los adultos,… también lo es en los niñ@s.  Tener un ambiente organizado favorece el aprendizaje.

Si esta organización se inicia desde bien pequeños contribuiremos no sólo a favorecer su aprendizaje sino también a desarrollar su autonomía.

En Montessori el ambiente organizado es un aspecto clave. Un espacio ordenado en el que los juegos y juguetes se encuentren organizados y a la altura del niño contribuye a que pueda elegir por sí mismo aquello a lo que quiere jugar y, en consecuencia, desarrolle su autonomía. 

En esta entrada os damos algunas ideas para ayudar a organizar vuestro hogar.

Organizar juguetes por categorías.

Lo que básicamente se hace en cualquier aula de infantil. Podemos utilizar cestos o cajas guardadas en estanterías de manera que en cada una se colocan unos juguetes diferentes. Esto les ayudará a encontrar fácilmente aquel juguete con el que quieren jugar en un momento determinado o el adecuado para su momento del desarrollo. Un ejemplo sería organizarlo de la siguiente manera:

-Juguetes de construcción (cubos), puzles, pinturas, plastilina, juguetes de arrastre, juguetes de imitación (barco, animales, muñecos,…), juguetes didácticos (letras, números,…).

También se pueden organizar a su vez por áreas: vida práctica, juguetes sensoriales, juguetes para estimular el lenguaje, para desarrollar el área matemática, el arte y las ciencias.

Incluir un espacio para la lectura.

En este espacio sería conveniente incluir libros adecuados a su edad y colocados a su alcance para que ellos puedan elegir lo que quieran leer. Nosotros colocamos además el colchón de su cuna en el suelo (ya que no la utilizábamos) y así podíamos sentarnos a leer con ellos.

Organizar otros espacios de nuestro hogar.

Organizar no sólo su espacio de juegos sino también otros entornos de la casa para fomentar su libertad e independencia.

Por ejemplo, habilitar un cajoncito de nuestra cocina que esté a su altura con todo aquello que puedan coger por sí mismos: platos, vasos, cubiertos, servilletas, pajitas,… De esta manera ellos pueden acudir solos sin necesidad de pedírselo a un adulto. Además, contribuyen en algunos momentos como preparar la mesa ya que los tienen a su alcance. 

De la misma manera podemos habilitar el cuarto de baño y el dormitorio. Lo que buscamos es fomentar su autonomía. Que su iniciativa y motivación por hacer las cosas por sí mismos no tenga impedimentos por parte del adulto ni del espacio.

Ello no implica que les permitamos alcanzar aquello que pueda ser peligroso para ellos. Nuestra función como padres es protegerles ante los peligros. Pero siempre explicándoselo. Los niños desarrollan su lenguaje comprensivo antes que el expresivo, por lo que son capaces de comprender mucho más de lo que nosotros creemos. 

¿Y a la hora de recoger?

Muchos seguro que os estáis haciendo esta pregunta. ¿Cómo hago para que mi hijo recoja? Nosotros no tenemos una varita mágica o una receta milagrosa. Pero si os podemos comentar algunos truquis que nos han servido. 

Los niños lo aprenden todo por imitación. Por ello, lo más importante, es dar ejemplo. Si queremos que recojan después de jugar, tendremos que tirarnos al suelo a recoger con ellos. A nosotros además nos gusta utilizar canciones para todo lo que hacemos. Cantamos alguna sobre recoger juguetes o nos la inventamos. Lo curioso es que con el tiempo ellos la aprenden. A veces, los escuchamos cantarla, nos asomamos a la habitación y ahí están, recogiendo. 

Esperamos que esta entrada os sirva de ayuda para organizar vuestro espacio y adaptarlo a las necesidades de vuestros hijos.

Siempre poniéndonos en su lugar y mirando el mundo desde sus ojos.

También te puede interesar:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *